Cervino (Matterhorn) 4478m y Refugio de Hörnli 3260m

    Zermatt esta situada en el cantón de Valais en los Alpes Suizos a 1620m de altura. Es una ciudad de records, glamour y sobre todo, tiene el privilegio de estar situada a los pies de una de las montañas más famosas del mundo : El Matterhorn o Cervino, que con su silueta piramidal y su esbeltez domina todo el valle desde sus 4478m de altura. A Zermatt no se llega en coche. Los únicos vehículos que circulan son eléctricos y suelen pertenecer a los hoteles. Para llegar a la ciudad, es preciso coger un tren de cremallera (día y noche) en Täsch, que te deja en la estación de Zermatt.

    “En ningún otro lugar del mundo hay tal exhibición de tamaño y belleza como se ve el Matterhoen desde Gornergrat”.. “Mark Twain”

    Tenía razón Mark Twain cuando afirmaba esto, pues hay varios lugares alrededor de Zermatt donde puedes contemplar hasta 38 “Cuatromiles” en días claros de verano.. Zermatt además, presume de tener la estación de esquí más alta del mundo, con pistas esquiables a 3900m de altura..

    Tres son los lugares más representativos que podemos alcanzar desde Zermatt : Gornergrat, situada a 3135m y que podemos llegar en el tren de cremallera al aire libre más alto de Europa. Desde allí, tenemos una excepcional vista del Monte Rosa, el pico más elevado de Suiza (4635m)..Y por supuesto del Cervino con sus glaciares.. Allí podemos encontrar el famoso y caro hotel Kulm, donde podemos tomar una cerveza en su espectacular terraza.. Otra opción, es pagar los 90 € y subir en teleférico al Pequeño Cervino (Klein Matterhorn). El teleférico tiene sus asientos calefactables y están ideados por el diseñador de Ferrari.. Otra originalidad para el invierno es el suelo transparente de algunas cabinas, esto nos hará sentir una sensación de vértigo inolvidable..

   En mi última visita a Zermatt, decidí acercarme lo más posible a la gran arista del Cervino, y lo más apropiado era coger una telecabina y subir al Lago de Schwarzsee 2583m. En unos 20 minutos, le dimos la vuelta al lago y como se hacía tarde, comencé el sendero que; tras dura subida, te acerca al Refugio de Hörnli (3260m), última etapa para subir al Matterhorn para las personas que no somos alpinistas profesionales..

    Mientras ascendía a un buen ritmo, me di cuenta que no llevaba agua.. Y para olvidarme  de tal percance, recordé la historia de Edward Whymper, el grabador londinense al que encargaron hacer las ilustraciones de un libro sobre los Alpes..Edward se lo tomó muy en serio y se trasladó a Suiza y se dedicó a perfeccionar la escalada durante meses.. Cuando se sintió capacitado para tal hazaña (nadie había coronado aún el Cervino), emprendió la ascensión acompañado de seis alpinistas.. El día 14 de Julio de 1865 lograron alcanzar la cumbre, pero al bajar hacia Zermatt se rompió una cuerda y murieron cuatro de los participantes..Dos días después, unos alpinistas italianos, lograron también llegar a la cima..

    El sendero, seguía ascendiendo hasta llegar a una cabaña que presentaba una visión de la montaña; ya cada vez , más cercana. En un banco de madera descansé un rato y pedí algo de agua a unos senderistas..El panorama cada vez era más impresionante, desde donde yo estaba situado, podía observar un paisaje con tanta nieve y glaciares que bien podría parecer que estábamos en invierno. Ahora caminaba por una amplia cornisa que iba directa hacia la famosa «arista”, calculé que me quedarían unos dos km para llegar al refugio..Ya divisaba el edificio a lo lejos enclavado en el comienzo de la famosa arista.. Cada vez se iba agrandando, y lo que parecía una pequeña cabaña, se convirtió en un edificio moderno y funcional..

    Estuve muy poco tiempo en Hörnli, el rato de beber bastante agua y contemplar “in situ” la grandiosidad del Cervino bajo su imponente mole. Me apoyé en las barandas de la terraza donde varios alpinistas charlaban rodeados de aperos de montaña y me llevé un rato intentando localizar varios lugares señalados en mi mapa. Me sentía muy satisfecho de poder estar allí y planeé volver para quedarme una noche en tan alucinante sitio..Bajé bastante rápido pues me esperaban  para comer. De vez en cuando volvía la cabeza para ver la montaña que con lentitud se alejaba.. A esta hora, subían bastantes alpinistas muy cargados de cuerdas, mosquetones y demás utensilios de escalada.. La mayoría de ellos; con seguridad, intentaría alcanzar la cumbre horas antes del amanecer..

    Almorzamos en unos bancos de madera muy cerca del lago Schwarzsee, en un paraje para recordar, con la impresionante silueta del Cervino a nuestras espaldas..Nos acercamos a la Capilla de María Zum Schnee y volvimos para coger la cabina del teleférico Matterhorn Express que nos bajó hasta Zermatt.

    Tardamos un buen rato en llegar al centro, pues paramos en varias tiendas de la  Bahnhof strasse y en varios puentes sobre el río Vispa, que baja  de un color lechoso veloz desde la montaña. En el centro habían montado una fiesta patrocinada por el famoso queso de Gruyères. En varios recipientes echaban de vez en cuando cantidades importantes de porciones de queso, que la gente que había por allí se lanzaba a cogerlas para llenar sus mochilas.. De vez en cuando, las jóvenes chavalas ataviadas con trajes típicos de la montaña, llenaban los recipientes de porciones de queso. Nosotros para no ser menos, nos dedicamos también a llenar nuestras mochilas bajo la agradable sonrisa de las chavalas. Una música; típica de la zona amenizaba tan original fiesta y varias jóvenes se encargaban de repartir gorras, llaveros y demás utensilios que el público se apresuraba a coger..Un rebaño de cabras y su pastor también se unieron al ágape dando un toque campestre a la escena.

     Nos sentamos en unas mesas de madera a degustar un cerveza con…¡Queso!..Y sin darnos cuenta, se habían incorporado a la fiesta cuatro jóvenes con cuatro trompas de los Alpes (Alforn) que medían; según comentaron 3.60 m. de largo..Dichas trompetas  se utilizaban  hace años para comunicarse entre los valles y su sonido se podía escuchar a diez km..    Entonaron varias bellas canciones de los Alpes como agradable fin de fiesta..Con un buen sabor de boca, paseamos por las calles de Zermatt..A lo lejos, la impresionante silueta del Cervino se destacaba sobre los prados y casas de madera saturadas de coloridas flores. Una nube blanca muy alargada, parecía salir de la cumbre..Una estampa irreal..Mágica..

    Terminamos nuestro paseo charlando sobre los acontecimientos del día. Yo me sentía eufórico por haber tenido tan cerca la mítica montaña..Miré hacia atrás por última vez y maravillados; contemplamos como al atardecer, un color rosáceo intenso envolvía toda su silueta, dando un aspecto diferente..Casi  ficticio..¡Increible!..