El Palacio de Diocleciano es uno de los edificios mejor conservado y más fascinante que nos han dejado los romanos y debido a su curiosa historia y su magnífica ejecución, hoy podemos disfrutar y pasear por sus patios y estancias como lo haría un ciudadano romano hace casi 2000 años.. Es; sin duda, el monumento más espectacular de la costa de Dalmacia. Desde el año 1979 está declarado como Patrimonio de la Humanidad. Está situado en Split (Croacia)..

Diocleciano fue un importante emperador romano que nació en el año 244 en Salona, en la actual Croacia. Gobernó el imperio en una época complicada por las amenazas continuas a sus fronteras por parte de tribus y pueblos oprimidos bajo la tutela romana. Diocleciano para poder controlar el extenso imperio dividió en dos partes el territorio en el año 285. Así nace el Imperio de Oriente o Bizantino y el de Occidente. Fue el creador de la Tetrarquía en el año 293, un sistema de gobierno para dirigir el imperio entre dos emperadores mayores o Augustos y dos auxiliares o Césares.

Llegó al poder en el año 284 y cuando pacificó las fronteras, se dedicó a reformar la Hacienda, la Justicia, la Administración y el Ejército. Mantuvo una persecución feroz contra los Cristianos, a los que depuró de los ejércitos y persiguió ayudado por sus más cercanos colaboradores.. Durante su mandato, promulgó 4 edictos para eliminar la presencia en las instituciones y en la vida pública de todo lo relacionado con el Cristianismo.

Diocleciano abdicó en el año 305 y se retiró al inmenso palacio que hizo construir en las costas de Dalmacia; muy cerca de su ciudad natal..

El palacio tiene unas dimensiones enormes de190 m x 160 m y está construido en piedra caliza, mármol y con columnas de granito egipcio.

Las 4 fachadas tienen un acceso. La Puerta de Oro es la entrada norte. La Puerta de Plata es la continuación del Decumanus o calle principal. La Puerta de Hierro o puerta occidental es la única que siempre ha permanecido abierta y la Puerta Aenea, estaba reservada para el acceso del emperador y de las mercancías.

Estuvo bañada en su tiempo por el mar.

Es la más pequeña y usada actualmente para acceder al monumento y a los extensos sótanos. Se llamaba también la puerta Segura, pues podía ser utilizada para escapar por el mar si el palacio era atacado.

El edificio más que un palacio, era mitad residencia y mitad una guarnición militar..

Albergaba una lujosa villa y un campamento militar con grandes accesos y 16 torres de vigilancia. Es un gran edificio amurallado que llegó a albergar a más de 9.000 personas..

El palacio se suministraba de agua que procedía del río Jadro. En los alrededores todavía se encuentran los imponentes restos del acueducto; restaurado en el S. XIX, que llegaba hasta la ciudad.. Entramos al Vestíbulo de planta circular. En tiempos mejores las paredes blancas estaban cubiertas de estatuas y todo el conjunto lo cubría una extensa cúpula con un colorido mosaico.

Es difícil imaginar que hasta hace pocos años toda esta zona estaba habitada y en ella se criaban animales, existían pequeñas tiendas; incluso algunas, tenían pequeños huertos..

Adosado al vestíbulo, existe hoy día un lujoso hotel… Entramos en el Peristilo, la zona más curiosa del palacio. Conserva uno de los templos más valorados del legado romano : El Templo de Júpiter.

Es de planta rectangular y está situado sobre un podio. Delante conserva un pórtico con 6 columnas. Las imágenes del portal y el artesonado de su bóveda de cañón, tuvieron mucha importancia e influencia en los orígenes del Renacimiento

En el S. XIII, el templo se convirtió en Baptisterio y está dedicado a S. Juan Bautista. Delante del edificio vemos una de las esfinges negras que el emperador trajo de Egipto.

Muy cerca, se encuentra el mausoleo construido para el emperador Diocleciano. Tiene forma octogonal y rodeado por columnas situadas en dos alturas. Al desaparecer el cuerpo del emperador, el mausoleo se convirtió en catedral en el S. VII. En el S. XIII se le añade un airoso campanario y desde su parte superior, obtenemos las mejores perspectivas de todo el conjunto del palacio y de su entorno..

La puerta principal, es una joya tallada en madera de nogal en 1211, con 14 casetones con escenas de los Evangelios..El espacio catedralicio de Split, es el más antiguo del mundo.

Volvemos al oeste del Peristilo o patio principal, allí se encuentra el Templo de Esculapio, con un curioso tejado semicircular que se hundió en el S. XX.

Hoy día está restaurado con un nuevo tejado de plomo..

Antes del atardecer, bajamos desde el Peristilo a los sótanos del palacio. Estas dependencias forman uno de los complejos antiguos de este tipo de construcción mejor conservados en el mundo. Sirvieron en su origen como zonas de almacenamiento y desahogo del palacio. En la época medieval se utilizaron como viviendas y negocios..

Es a partir del S. XX cuando se desalojan, se restauran y en la actualidad han recuperado un protagonismo impresionante con las continuas exposiciones de pintura, esculturas, artesanía, representaciones de teatro, ferias gastronómicas.. etc..

Dimos un par de vueltas y salimos hacia el exterior..

Antes de sentarnos en el peristilo, decidimos dar una gran vuelta por toda la planta del palacio.

Es una autentica gozada pasear por calles y plazas y pisar el suelo que antaño gastaron los romanos..

Llegamos hasta la puerta norte para admirar las imponentes murallas del palacio y volvimos; ya de noche, hasta el Peristilo. Alrededor del patio, los visitantes sentados en pequeños cojines rojos escuchan atentos a un joven intérprete que acompañado de una guitarra canta ;
“How many roads must a man walk down before you can call him a man”…

El silencio es total. La música se expande en este magnífico espacio y hace que nuestra mente vuele..

Un cúmulo de sensaciones revolotean a nuestro alrededor.. ¿Quién es capaz de no emocionarse en un lugar como este?.. Momentos inolvidables que reposarán para siempre en nuestra memoria..

El palacio fue el origen de la ciudad de Split. En el S. VII, los romanos abandonaron el edificio y los Croatas construyeron sus viviendas y negocios dentro de sus muros..

Por este motivo el Palacio de Diocleciano sobrevivió durante siglos y hoy día; gracias a esta “invasión”, podemos disfrutar de tan maravilloso y singular lugar..
